lunes, 15 de abril de 2013

Eterno adiós.


Como se viene la muerte tan callando...
Dulce... amarga... aguanto el llanto
que me deja la garganta hecha acorde de jazz.
Destino... Fortuna... ¿Por qué hiciste que perdiera el compás?

Siempre nos trataste con aprecio
y nos dabas néctar de cerveza.
No volveremos a ver
por encima de la barra tu cabeza...

Vacío al saber que aquel local
(Vosotros hicisteis mi casa de él)
queda sin bedel, sin dueño,
sin amigo... sin cartel...

Joder que han sido muchas las noches de botella
y las tardes de café.
Que se nos ha ido la nota que falta en cada escala.
Que ya no hay más espuma ni hay más caña...
Que ya no hay más Cueva que me digan
ni que me puedan vender.

Vete bien acompañado del más fiel de los amigos
y no sueltes su correa, no la vayas a perder.
Que Sila no ladra y es muy buena
igual que tú,
y por eso os habéis tenido que ir.
Porque los malos solo mueren
en las películas de ficción.

Dejas tantos tristes tragos de lágrimas
como buenos tragos serviste no hace tanto.
Dejas un hueco en nuestra casa
que es la de todos y falta un hermano.
Dejas un vaso vacío en la barra,
y no piensas volver
para llenarlo.

Hasta siempre Héctor.

Paulus.



The Brew - A Million Dead Stars
Spotify || Grooveshark

3 comentarios:

Ana Nieto dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ana Nieto dijo...

Bonito homenaje a Héctor, a él le encantaría.

El Traste Nº 27 dijo...

Es lo menos que podía hacer.