martes, 14 de abril de 2009

Sueño de unos dias de verano.





Bonita época los años 70. Imagino esos días como una intensa locura relajante: Paz, Amor, Chicas, Marihuana, Guitarras... Qué maravilla.
Sé que no es posible retroceder en el tiempo pero, ejercitando una de esas capacidades por la cual algunos de nosotros somos humanos (la imaginación), y con la ayuda de “Led Zeppelin” de fondo, simplemente toca coger un avión y volar a Nueva York donde se celebrará El Festival: "Woodstock 1969".


Es 15 de agosto mis amigos y yo bajamos del avión. Recogemos nuestros pocos bultos, y como no las guitarras para subir a un taxi y llegar a nuestro destino.
Bordeamos la ciudad viendo a lo lejos el maravilloso edificio “Empire”, la “Estatua de la Libertad”... Poco a poco vamos alejándonos de la maravillosa ciudad para adentrarnos en una de esas típicas carreteras americanas.
Después de un par de horas observando el paisaje llegamos a Woodstock. Aunque cansados, mis amigos y yo caminamos a la pradera de un tal “Bethel” y observamos un escenario enorme con una multitud extasiada escuchando lo que parecía un grupo de carretera de poca monta: “The fish”.
Sin mucha idea de donde acampar hemos conocido a unas chicas que nos han invitado a descansar un rato en sus tiendas de campaña y por supuesto hemos aceptado.
Me he parado a mirar a mi alrededor y me e fijado en que las personas, se limitan vivir. Los grupos de gente anónima se han convertido en "colegas" y todo es mucho más simple y fácil.

Las chicas nos han dicho que vallamos con ellas al escenario para ver a “Joan Baez”, una chica guapísima de la que yo había oído hablar.
Mientras escuchábamos su voz el olor a "María" era evidente, la gente estaba muy colocada y enseguida descubrí las buenas vibraciones de las que todo el mundo hablaba.
Hemos cruzado la frontera del primer día y ya estamos a 16 de agosto. Hemos visto a "Santana" y a "Janis Joplin" pero indudablemente lo mejor es la visión de toda aquella gente que en apariencia no tiene preocupaciones y que se a ido al rio a pegar se un buen baño a pocos metros del recinto.
El día a ido pasando y hemos descubierto una caseta donde poder reponernos, la comida es bastante mala, pero lo que interesa es la música y al fondo oímos comenzar a los "Who", que mejor banda sonora.
Nos hemos acercado al escenario, llevamos mas de dos horas escuchando y ya han tocado su gran tema "Tommy", la gente murmulla y gracias a un chico nos enteramos de que mañana va a tocar "Jimmy". ¡Increíble! todo el mundo pensaba que no acudiría a "Woodstock", pero la verdad es que nos fuimos pronto a la cama para poderlo ver en un estado... decente.

Son las diez y media y hemos corrimos para coger un buen sitio pero es inútil, la gente se ha apelotonado cerca del escenario y no podemos llegar a estar cerca. De pronto el sonido de una guitarra chirriante y estrambótica nos sorprende, somos testigos del mayor alago que nadie puede hacer a un país, el himno americano interpretado, balbuceado por la guitarra y por los dedos de"Jimmy". El resto del concierto no quedo en la sombra, fue una hora y media de energía desmedida e increíble sonido, el publico se movía y gritaba, hubo desmayos y algún que otro golpe, pero mereció la pena.

Los siguientes días pasaron entre risas, música, amor, drogas... y un montón de buena gente que sin duda ahora mismo ya habrá cambiado.


Película recomendada: "Casi famosos"
Canción recomendada: Led Zeppelin II, el disco entero.




El vulgar secuaz.