domingo, 1 de enero de 2012

2012



Érase una vez que se era en una selva lejana de unas tierras más allá de donde el hombre blanco había pisado jamás, que unos hombres medían el tiempo en extraños glifos, adoraban a Venus, y vestían con ropas fabricadas con la vegetación adornadas de oro. Estos humanos se unieron para crear un calendario e hicieron cálculos con los glifos durante muchas lunas. Mas un día, cansados de trabajar y de contar tan adelante en el tiempo, abandonaron su empresa para continuarla en el momento que el calendario corriera el riesgo de quedarse obsoleto.

Hoy en día aquella civilización no se encuentra entre nosotros, aunque conservamos parte de su obra. Muchos piensan que ese calendario tiene un fin hecho adrede y que en verdad acabará el mundo en diciembre del dos mil doce. Pero mi opinión es otra. El futuro, por el mero hecho de ser futuro, no existe, ya que no ha sucedido. El futuro empieza a existir, pues, en el momento en el que se hace presente. Puede ser que no hicieran más calendario, puede ser que sus profecías les dijesen que acabaría el mundo, pero yo creo que lo que nos espera es un cambio. No un fin.

Echando un poco la vista atrás podemos ver fácilmente que nuestra historia se divide en siglos. Cada siglo que recorremos supone un cambio en las mentes de los individuos. Y ahora emprendemos el siglo XXI que hace nada acaba de arrancar. Revoluciones históricas se enfrentan a un ficticio estado del bienestar que nos han vendido en los noventa. La personas se levantan por la democracia en países donde los estudiosos decían que era muy dificil, por sus costumbres y características sociales, que pudiera consolidarse. Esta fiebre libertaria contagia a los países europeos como España o Grecia y llega hasta el corazón mismo del capitalismo como es Wall Street.

Pensar en esto hace que se me erice el vello. Tengo esperanzas, tengo ganas de vivir el cambio y espero sorprenderme con los tiempos que lleguen. Cada uno que se imagine el futuro como quiera.



Aprovecho para felicitar el año nuevo a todos los lectores de El Traste Nº27.

Wolfmother - Far Away
(Spotify) (Grooveshark)




Paulus M.

2 comentarios:

David del Bass dijo...

Esta muy bien el blog, no lo conocía hasta ahora, me pasaré más a menudo a leerlo. Aprovecho para felicitarte el 2012, un saludo!!

Anónimo dijo...

Esperemos que el cambio sea para bien, pero sí que se nota ese no sé qué en el ambiente... ¿a ver si los mayas tenían razón?!

un saludo