lunes, 3 de enero de 2011

Cuando la moneda cayó de canto



Cuando el rayo de Zeus golpeó mi cabeza partiendo mi alma en dos, sentí que perdía para siempre una parte de mí. Nos dividió creyendo que así nos sumiría en la más profunda de las desgracias. Pero sin quererlo nos propuso el mayor de los retos. La búsqueda de nuestra mitad perdida.

Así pues, ayer mientras paseaba, una cascada de puestas de sol me hizo levantar la cabeza. Como quien guarda el equilibrio, la vi caminar con las palmas de las manos hacia abajo, dulce y de puntillas. Me sobrevino de pronto una sensación de atracción inefable. Como si el hado tirase de mi pecho y el sino me empujase por la espalda.

Decidí entonces que necesitaba verla. Di un par de largas zancadas y quizá fue el ruido de mis pies, o la simple sensación de presencia, la que hizo que se volviese por una milésima de segundo.

Sentí entonces la más profunda de las miradas, casi ni recuerdo su bello rostro, pero sé que era hermosa. Todo fue tan deprisa... Una imagen puedes olvidarla, pero una sensación pervive en tí.

Casi sin que me diese cuenta dobló la esquina. Y desapareció entre la multitud.

Ahora espero bajo la sombra del cronista, esperando que algún día aquel brillo vuelva a levantar mi cabeza.

Canción recomendada: Billie Holiday - Cheek to cheek

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Video de la canción:




Paulus M.

3 comentarios:

MANUEL IGLESIAS dijo...

Precioso relato. El destino. Feliz año y un saludo

Anónimo dijo...

me acuerdo de esa foto. apuesto a que es horribilisima.
cobarde

El Traste Nº 27 dijo...

Anda y que te zurzan anónima. Ni horrible, ni cobarde, sino hermosa y tímido. Que es muy diferente. ¬¬.

No sé para que te cuento nada... xD