los viajes, las risas,
el ímpetu y mis prisas,
nuestros tres años de citas,
por volver a repetirlo.
Las caricias, los conciertos,
los fallos, los aciertos,
los futuros años inciertos,
el brillo de tus dos ojos abiertos.
Has aguantado, estoica,
mis bobadas y sandeces,
mi estúpida retórica,
mis vaivenes,
todas esas subidas y bajadas sin lógica.
Báculo para un joven anciano.
Oro para un pobre avaro.
Luz para un topo cegado.
Vida para un niño enterrado.
Que siga el juego.
Que jueguen los que siguen.
Que ni tú ni yo en otro tiempo
fuimos nunca tan felices.
Que si mañana volvemos a encontrarnos
no te asusten arrugas, o varices.
Yo estaré calvo; quizá tenga lombrices.
Que no es ni lo que yo digo
y tampoco lo que tú dices.
Que es lo que decimos sin palabras.
Basta solo con que mires.
Que eso se nota, se siente,
se palpa, se huele: se sabe.
Libre te quiero, como música:
tresillos de semifusas,
blancas largas, redondas,
también silencios, y anacrusas.
Que muera el hoy si tú no estás,
pues el ayer no significa,
y el futuro...
El futuro siempre estará por llegar.
Paulus M. a la Srta. Morricone.
Sting - Englishman in New York.
No hay comentarios:
Publicar un comentario