miércoles, 14 de abril de 2010
ESCENA 3: Rutina.
Te despertaste ayer como todos los días desde hace ya un par de años: Atropellado por el tiempo.
Cogiste el tazón, lo llenaste hasta el borde de leche fría y lo intentaste adornar con un poco de Cola-cao pero tu pulso a esas horas de la mañana impidió medir la cantidad y el vaso acabó más negro que la noche.
Fuiste a por tus pantalones y zapatos -La camisa había dormido con él-, para ir a trabajar.
Después ya en la puerta, agarraste la cazadora, las gafas de sol, las llaves del coche y bajaste al garaje donde arrancaste el motor después de tres intentos -Como siempre-.
Saliste a la calle, giraste a la derecha, luego a la izquierda y tras conducir durante horas sin música, ni compañía alguna por la carretera que conducía al desierto, paraste el motor, agarraste la pala, abriste el maletero y la enterraste allí mismo, en la cuneta.
Canción recomendada: Paris, Texas (Ry Cooder)
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El vulgar secuaz.
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3 comentarios:
Traste. Buen relato. Sordidez a mitad de camino entre los hnos. Cohen y el viejo maestro Hitchcock. Un micro con una densidad punzante. Un antes y un despues lleno de suspense. La voz del narrador lleva a pensar en una doble y enfermiza personalidad. Una secuencia de una vieja película, Un saludo
Enmudecí.. Me reencantó! ¡Quiero más!! ¡Sólo faltaba la mujer policía, embarazada y con los
donuts clásicos..! ¡Entonces sería
perfeKto!
Besitos, Traste..! Q bien q estés aquí, de nuevo!
Male.
Pd: Ubicaré tu post en El País de los Bosques..
El primer comentario, hay que rectificar, por eso somos sabios y solo por eso, es de venusyjanobriga. No he tenido tiempo. Maldito el colega que me ha prestado una hormigonera. Un saludo
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