martes, 14 de diciembre de 2010

Cuando me da por hablar.



Ya de por sí, hablar resulta complicado. Pero lo es aún más con una daga clavada en el pecho. Cuando el filo corta tu piel como la mantequilla y atraviesa tu corazón... Esa sensación eléctrica y punzante que te hiere en lo más profundo del alma... El llanto refrenado por el orgullo... El nudo en la garganta...

Es dificil hablar. Y más sobre temas tan profundos y llenos de recovecos como pueden ser la amistad, el amor, la confianza, el perdón, o la soledad.

Por eso prefiero escribir. Porque ver mis pensamientos escritos me da estabilidad y me tranquiliza. Necesito verlos ahí quietos, poder releerlos, analizarlos... En definitiva saber que están ahí y que no se perderán en una vasta jungla de neuronas despistadas. Aunque no siempre escribo para mí. Puede que muchas veces no se me entienda, o que no me explique, pero todo tiene un sentido y hay que descubrirlo.

Hay veces en que no queda alternativa y hay que hablar. Hay que decir las cosas pero por mucho que trates reprimirte, no puedes callarte. Diré pues:

Sobre la amistad, que es desinteresada.

Sobre el amor, que es pasajero.

Sobre la confianza, que es fundamental.

Sobre el perdón, que no siempre se merece.

Y sobre la soledad, que se deduce de no conocer nada de lo anterior.

Para mí la confianza es, como ya he dicho, algo imprescindible entre personas. Es el cimiento de toda relación social. Pero es algo de dos. Y el problema surge cuando alguien no devuelve toda la confianza que recibe. Y aún peor, cuando hace parecer que sí.

Entonces ya entramos en el ambito de la mentira, el engaño, la hipocresía o la traición. Detestable todo en cualquier caso.

Por eso hoy os pido que aprendais a confiar en las personas. Es complicado, pero es algo que a mí me sale solo. Quizá peque de ingenuo en una sociedad tan materialista y superficial como la nuestra. Y por ello, la vida trata de enseñarme que no puedo ser así. Pero lo hace con esa peculiar manera que tiene la vida de enseñar. Ya se sabe, "La letra, con sangre entra".

Curioso el destino ¿Verdad?

Y si seguimos con refranes "Donde hay confianza, da asco". Pues yo digo ¡Viva el asco!

No cuesta nada, de verdad que es gratis. La confianza es algo que no tiene precio, pero que es muy grata. Como todas las cosas gratis.

¿Qué tu prefieres un traje que te cuesta un riñon? Yo prefiero ir desnudo y tener amigos en los que confiar, en los que volcar todas mis preocupaciones, con los que divertirme... Y que ellos vuelquen en mi sus preocupaciones y que se diviertan conmigo.

¿Qué tu prefieres presumir de casa? Yo prefiero vivir en la calle rodeado de la gente que quiero, pues ellos son mi hogar y mi país.

¿Qué tu prefieres viajar a paises lejanos en lujosos jets? Yo prefiero viajar al corazón de mis amistades y conocerles profundamente.

Porque a un amigo no se le conoce por su facha. Se le conoce por su interior. A un verdadero amigo se lo permites todo, porque él conoce la confianza que depositas en él, y un verdadero amigo no va a fallar nunca esa confianza.

Pero cuidado que no es todo amor y paz. Entre amigos tambien hay roces. Pero son roces que por hache o por be, acaban reforzando la relación. Y sino, no había amistad desde el primer momento.

Ahora releo todo y me resulta triste. Así que para alegrar este final vamos a poner algo de funky. ¿Por qué este cambio tan repentino? Porque la vida sigue y no hay que dejar que nos cale la tristeza.

Canción recomendada: James Brown - Get up, I feel like beign a sex machine

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Video:



Paulus M.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Génesis


Allí estaba de nuevo el muro. Inflanqueable, se alzaba victorioso ante las lágrimas. Catapultas lanzaban piedras llameantes de furia y rabia contenida hacia su estructura, pero el muro, construido a base de golpes en la roca, reía indiferente.

Aprovechando las piedras que le eran lanzadas, el muro crecía en altura oscureciendo todo a su alrededor como si quisiera una eterna sombra.

El paisaje que daba era frío y desolador. Sólo una profunda oscuridad donde ahora las bombillas hacían de estrellas.

Pasaron tres días y aquellas lágrimas comenzaron a rascar la base del muro llegando hasta su más profundo interior. Ese interior que había estado cerrado siempre.

Allí encontraron a un bebé llorando en una cesta de mimbre y rodeado de serpientes. Una de las lágrimas tomó en brazos al niño y volvió a la oscuridad para mostrárselo al muro. En ese momento las serpientes comenzaron a reptar entre los ladrillos de la base carcomiendo su firmeza. Aparecieron grietas en el muro, se oyeron unos fuertes chasquidos y acabó por desplomarse pulverizando cada una de las rocas.

Una inmensa nube de polvo lo cubrió todo por unos instantes. Pronto los primeros rayos de un sol más vivo que nunca aparecieron por el horizonte abriendo un nuevo día.

En cuanto el viento acabó de dispersar la polvareda, las lágrimas se transformaron en lenguas de fuego y se alzaron hacia los cielos soltando chispas de felicidad. Las serpientes mudaron su piel y de su interior aparecieron las águilas majestuosas a las que se enroscaron. Aves y reptiles remontaron el vuelo siguiendo a las lenguas de fuego y el bebé comenzó a gatear.


Canción recomendada: 5ª Sinfonía de Beethoven

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Fdo. Paulus Magister

sábado, 23 de octubre de 2010

San

Jacobo había vivido más de seis mil años y tenía una muy extraña habilidad. Podía ser quien quisiese, sin dejar de ser él mismo. Había viajado tanto, oído tanto, sentido tanto... Podía estar horas y horas hablando sin parar sobre cualquier tema. A veces Jacobo era un trashumante cordobés que recorría la mesta desde el Guadalquivir hasta los prados verdes de León y era capaz de recorrer setenta kilometros en una sola noche. Otras veces era un joven explorador que viajaba al desierto del Sahara para dormir en la más absoluta soledad cubierto por un magnífico manto de estrellas. Las más de las veces era un dichararchero vendedor de minerales astures que recorria las ciudades como ya harían en sus tiempos juglares y artesanos.

Le pregunté a Jacobo cómo había sido capaz de vivir tantos años. Por un momento detuvo su charla, como si pensase muy profundamente. Ese fue el momento en el que comenzó a hablar sobre los cristianos y los musulmanes, y de cómo estos asediaban a los habitantes del Cáucaso por dos de sus fronteras. Resultó que para evitar cualquier posible lucha religiosa contra estos dos bandos, decidieron hacerse judíos, y por eso ahora hay judíos rubios y de ojos azules.

Verídica la historia o no, creo que Jacobo quiso guardarse el secreto de la eterna juventud. O quizá el secreto se encuentre dentro de la propia historia...

Canción recomendada: Big Joe Turner "Shake, Rattle and Roll"

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Fdo: Paulus Magister

jueves, 30 de septiembre de 2010

El bus del horror

Por suerte o por desgracia nos ha tocado vivir una época de una densidad demográfica como no se había visto antes en el planeta Tierra. Esto se acaba notando en las pequeñas cosas, por ejemplo en los autobuses, concretamente en los Zamora-Salamanca. Llegas a la una y media y ¡Oh, Vaya! no hay plazas, tienes que esperar hasta las dos.
Cuando al fin obtienes el billete, te sientas en esos asientos de respaldos deshergonómicos que te dejan la cabeza ladeada de mala manera hacia atrás, y encima no puedes casi ni moverte.
Además el bus está repleto. Si tienes suerte y entras pronto puedes elegir asiento, sino tienes que elegir persona, una persona con la que solo vas a intercambiar dos o tres palabras en toda una hora de trayecto:

-¿Te importa que me siente?
-No, no...

¡Y que no se te olvide el MP3! Uno de los buenos aspectos del bus es que tienes una horita de viaje para escucharte un disco de principio a fin. Uno a la ida y a la vuelta otro.

Pero ayer fue un dia muy triste. Entré en el bus y no llevaba encima ningún aparato que emitiese música. La desesperación acudió pronto a mi, no sabia que hacer. Empezó el trayecto y por la ventana ya se veía el vasto paraje castellano, llano y parco en detalles. De pronto se me iluminó la bombilla y de mi mochila saqué "Divinas Palabras" de Valle-Inclán y pude tener una lectura "vibrante" en todos sus sentidos.

A la vuelta ya no hay tanta gente, pero sin música y sin ninguna postura cómoda me esperaba una hora completamente absorto en mis pensamientos.

Llegué a casa destrozado, siguiendo mi ritual de llegar a la habitación y dejar sobre la mesa la cartera, las llaves, el móvil, el mp3... ¿¡¿¡EL MP3!?!?
Lo había llevado encima todo el día...

Canciones Recomendadas:

Para la ida: Tin Tin Deo de la Tokyo Ska Paradise Orchestra

Escuchar en Spotify (Versión de Dizzie Gillespie) o en Grooveshark (Tokyo Ska Paradise Orchestra)



Para la vuelta: Pararell Highway de God is an Astronaut

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Fdo. Paulus Magister

martes, 31 de agosto de 2010

Sé que te preocupaba el último verano

Hoy se acaba el verano. La temporada estival toca a su fin. Vuelta al trabajo para los más afortunados. Otros no han parado de currar por mucho verano que fuese. Las bicicletas volverán a los garajes para llenarse de polvo mientras hibernan olvidadas por el mal tiempo. Los días ya no son tan largos como antes. Hace un mes te tirabas en un cesped a descansar en una buena sombra. Ahora una brisa gélida humedece la hierba y te moja la espalda. Los timbres de las escuelas volverán a sonar, puntuales, y miles de colegiales en todo el país volverán a las aulas con mochilas enormes llenas de espantosos libros de texto a sus espaldas.

Mañana es 1 de Septiembre, un muy mal día. Mañana me juego un año de mi vida.

Por fortuna el tiempo es algo cíclico y el verano, tarde o temprano, volverá.

Canción recomendada: Summer in the city (Joe Cocker)

Escuchar en Spotify

Video:





Fdo: Paulus Magister

martes, 27 de julio de 2010

El planeta Atempus

Iba dando un paseo, caminaba con las manos a la espalda tarareando una cancioncilla. Observaba el curvado horizonte ahora con los tres soles atardeciendo. Se sentó en un pequeño banco de madera para admirar el paisaje. Pequeñas casas ovoides acristaladas salian del suelo de hierba pajiza. Todas tenian unos grandes jardines con porches donde la gente solia sentarse a descansar. Los árboles, que daban sombra a los agricultores, eran todos rojizos, de hoja muy castaña y caían todos hacia el lado del sol como si un eterno viento les estuviese empujando.

Reanudó su marcha y a su paso los soles fueron ocultándose por el horizonte hasta que el cielo quedó cubierto de estrellas. Siguió por el camino que estaba iluminado por una bóveda de pinos fluorescentes. Comenzaba a hacer mucho frío. La hierba que crecía aqui era azul y estaba salpicada de puntos brillantes. Todos los insectos tambien relucían porque se alimentaban de la resina de los pinos. Pronto aparecieron las primeras construcciones, eran una especie de igloos de madera dentro de una gran cúpula acristalada. Cruzó la puerta de la cúpula y una bocanada de aire caliente le golpeó en la cara. Dentro se estaba mucho mejor.

Continuó su paseo saliendo por el lado contrario de la bóveda. Aquí corría una ligera brisa que helaba. Un amplio pasto cubierto de rocío daba la entrada a un amanecer de tres soles simultáneos. Un joven pastor estaba sentado en una de las colinas vijilando a su rebaño de yaks mientras mascaba la savia de la zapota.
Los ancianos del lugar iban en grupo dando paseos descalzos, notando cada gota de rocío en los pies, y charlando de juventudes.

Siguió caminando y la hierba comenzó a volverse arena. Los soles giraban ahora por encima de su cabeza achicharrandole la nuca. Prontó llegó a la entrada del tunel. Bajó por las escaleras mecánicas y comenzó a notar aquel frescor típico de las bodegas. Recorió algunos metros por la cavidad y llegó al pueblo. Casas directamente escavadas en la roca cubiertas por un techo común que evitaba que la arena del desierto cubriese la población. Todo estaba suficientemente iluminado, aun así todos los residentes llevaban gafas, sufrian alopecia, eran extremadamente blancos de piel y se no levantaban más de metro diez del suelo por la falta de sol.

Salió de las profundidades del desierto y regresó a su banco. El ocaso era su hora favorita.

P.D: Aprovecho para añadir la colabroación que hizo El Traste Nº 27 en "El País de los Bosques":

Por qué Malena


Canción recomendada: Richie Havens - I Can't Make It Anymore

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Video de la canción: (Woodstock 1969)



Fdo. Paulus Magister

jueves, 10 de junio de 2010

El hombre de las palabras vanas

Se trataba de un hombre no muy alto, podríamos decir que esbelto y que llevaba bombín porque le había oído decir a alguien que estaba bien tener sombrero por si se te presentaba una buena ocasión para quitártelo. Caminaba lentamente, como quien va a ninguna parte, con las manos a la espalda de manera señorial. Vestía de traje, cubierto con una larga gabardina para protegerse del frío que aún calaba los huesos.

Iba hacia su hogar, un pequeño chalet aislado, en las afueras, delimitado por una valla blanca. Abrió la puerta, colgó el abrigo y el ajado bombín en un perchero y cuando entró en el cuarto de baño algo extraño le llamó la atención. Era el espejo. Estaba lleno de vapor. Vivía solo, así que nadie se había estado duchando antes de que el entrara al cuarto y la ventana estaba abierta… Tomó la toalla y empezó a quitar el vaho del cristal, que ya se condensaba y comenzaba a deslizarse por el espejo en forma de pequeñas gotas de agua.

Cuando el espejo estuvo completamente limpio el hombre se detuvo a contemplarse en el espejo. Un grito ahogado fue lo único que pudo emitir. Su rostro había desaparecido, solo quedaban unas cuencas donde estuvieran sus ojos, dos pequeños agujeros en lo que fue su regia nariz y una raja sin labios que hacía de boca. Ya no tenía arrugas, su piel era completamente lisa, como la de un niño recién nacido, pero incapaz de emitir expresión alguna. Unos gritos invocalizables comenzaron a salir de aquella asquerosa abertura dando lugar a una locura irrefrenable. Se llevó las manos a la cabeza y el cabello se le caía en mechones dejando una calva lisa y redonda que le daba un aspecto de horrible maniquí.

Corrió hacia su cuarto intentando arrancarse esa especie de máscara que su mente le proponía dejándose aquel simple rostro lleno de arañazos sangrantes. No era capaz de tranquilizarse así que se sentó en el sillón emitiendo unas siniestras carcajadas de locura. Agarró con el puño un rotulador que había en la mesilla y un espejito que usaba a veces cuando se recortaba el bigote.

Destapó el rotulador y comenzó a dibujarse un rostro. Coloreó las cuencas de sus ojos de negro adornándolas con unas largas pestañas, encima unas finas cejas y debajo de los dos respiraderos un poblado bigote. Repasó los bordes de la hendidura en forma de labios negros y se dibujó algunas pecas y lunares, pero aun así fue incapaz de mostrar expresión alguna.

Canción recomendada: Yngwie Malmsteen - Voodoo

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Video de la canción:



Fdo: Paulus Magister

lunes, 31 de mayo de 2010

Cuando te joden

Frustración, impotencia, rabia, furia... odio. Estar seguro de que llevas razón y aún asi no ser escuchado, trabajar y no ser valorado. Justicia.
Solo pido eso, justicia. Y no hay justicia porque el mundo es así. Lleno de injusticias, desigual, horrible.
La sensación de que la burocracia es un muro, la sensación de que aquellos que tienen el poder siempre tienen las espaldas cubiertas, la sensación de que es todo parece mucho más dificil de lo que realmente es.

Una patada en la boca, que te deja sin aliento y sin poder vocalizar. Ni si quiera sabes por que te han golpeado.

A los poderosos. A los injustos poderosos.




Fdo. Paulus

lunes, 3 de mayo de 2010

Vuela.

Se trataba de una sala que pretendía ser acogedora, pintada en tonos amarillos, y acompañada de una luz tenue, propia para el momento. Sobre unos sofás hundidos por las generaciones estaban sentados. Algunas caras, la mayoría, eran lánguidas, arrugadas, alicaidas. Otras, la mayoría, estaban rojas, con los ojos hinchados de llorar.

El silencio llenaba la sala, no hacía falta nada más, sobraban las palabras.
Tú eras el más joven de todos y te diste cuenta de lo que te quedaba por pasar. Hasta entonces te creías con la suficiente experiencia, con el suficiente conocimiento y con el suficiente desparpajo como para vivir, pero en realidad no sabías y no sabes nada.

La recuerdas, siempre en su sillón, con esas enormes gafas que usaba para resolver los autodefinidos y las sopas de letras con su mandil puesto. Con su dulce voz, te contaba las penurias de la guerra, o como iban a los cines y teatros cuando la ciudad no eran más que cuatro casas... siempre aprendías algo nuevo.

Como siempre en tu cabeza una canción. Esa canción, que será tu despedida, se la dedicas a la mujer que te ha dado lo más importante que tienes, la vida.



Hasta siempre abuela.
Tu nieto.

domingo, 25 de abril de 2010

Ey teacher!



Volvía a casa... solo, único, inimitable. Un paso, otro, otro más. Uno, dos, tres. Automático.
El único ruido, mis zapatos que hacían de metrónomo marcándome un ritmo del que no podía escapar.
Un tropezón afortunado quebró toda esa estructura. ¿Libre al fin? Una sensación de euforia recorrió mi cuerpo y eché a correr. El corazón se aceleraba, el sudor me recorría la frente, jadeaba. El viento corría ahora en mi favor, empujándome la espalda.

-Quieto... Basta... ¡PARA!
-¡NO!

¿Qué somos? ¿Soy único? ¿O solo soy un ladrillo más en el muro?
Nos fabrican. Cada vez somos menos personas y más autómatas. Vivimos en una sociedad que nos moldea, que nos inyecta prejuicios, que nos roba humanidad.
¿Por qué hay pensamientos que son reprimidos? ¿Qué hay de malo en ser diferente? Ser diferentes es lo que nos caracteriza. Somos la única especie con capacidad de raciocinio que nosotros conozcamos. Estamos quizá solos en una vasta inmensidad  llamada universo. Solo nosotros somos únicos. Cada uno de nosotros esta solo en ese camino. El camino de darte sentido. No hay un solo sentido, cada cual buscará el suyo propio. Pero nos tienen que dejar.
Dejadnos ser libres. No nos dirijáis a un sentido prefabricado. Cada uno se tiene que encontrar.

-Hey! Teachers! Leave them kids alone!

Canción recomendada: Pink Floyd - The Wall





Película "The Wall"



Fdo. Paulus Magister

miércoles, 14 de abril de 2010

ESCENA 3: Rutina.



Te despertaste ayer como todos los días desde hace ya un par de años: Atropellado por el tiempo.

Cogiste el tazón, lo llenaste hasta el borde de leche fría y lo intentaste adornar con un poco de Cola-cao pero tu pulso a esas horas de la mañana impidió medir la cantidad y el vaso acabó más negro que la noche.

Fuiste a por tus pantalones y zapatos -La camisa había dormido con él-, para ir a trabajar.
Después ya en la puerta, agarraste la cazadora, las gafas de sol, las llaves del coche y bajaste al garaje donde arrancaste el motor después de tres intentos -Como siempre-.

Saliste a la calle, giraste a la derecha, luego a la izquierda y tras conducir durante horas sin música, ni compañía alguna por la carretera que conducía al desierto, paraste el motor, agarraste la pala, abriste el maletero y la enterraste allí mismo, en la cuneta.


    Canción recomendada: Paris, Texas (Ry Cooder)
    Escuchar en Spotify

El vulgar secuaz.

lunes, 1 de marzo de 2010

Término

 
 Término, un grupo Zamorano de chavales un tanto alocados toca este Viernes en la Cueva del Jazz en Vivo.
Hace meses que no sabemos de ellos, ni un concierto, ni un adelanto, todo secretismo. 

Les disfrutamos por primera vez en el mes de Mayo de hace un par de años, en la plaza de la marina, junto a N-122 y AUB Y allí fuí, acompañado de mi querido amigo Pérez, dispuesto a escuchar a una banda que debutaba en el mundo de la música y que prometía dar lo mejor.
 Aún recuerdo aquellas voces tímidas, esos coros, los solos... Tocaron temas de gente como Los Porretas o La Polla Records , y temas propios que llegarían a ser cantados por sus fans como "Niño Esclavo"

Una pancarta fabricada con una vieja y roida sábana que llevaba rotulado el nombre del grupo, alrededor, los nombres de sus incondicionales seguidores, y camuflados, algún que otro pene dibujado, ondeaba por encima del público, bragas enormes de estilo abuelesco fueron lanzadas al esceneario y recogidas con cariño por los interpretes; estos devolvieron el gesto lanzando al público alguna que otra púa o baqueta... Maravilloso.
Una pua que habia rozado las cuerdas de la guitarra del no tan vulgar secuaz, una "Gibson Explorer" al estilo de James Heidfield, el cantante de Metallica que fue tocada con el mismo o mayor virtuosismo. Acompañada del otro guitarra, que poco a poco a ido adquiriendo un gran nivel, el bajo rastafari que seguro que estará esplendido en este concierto, y un magnífico batería curtido de conservatorio que llegará a lo más alto en el mundo de la música. Y pululando por allí, manejando el cotarro estaba el que llegaría a ser el loco del relaciones públicas, el que conseguía patrocinadores, el que se preocupaba por los bolos, tambien magnifico bateria.


-¡Oye Secuaz! vamos un rato por ahi y nos tomamos unas gordas ahi en el bar de mi cuñao.
-No no puedo... tengo que ensayar, que dentro de poco tengo el concierto en la cueva... y tal...

Esa cantinela la he escuchado muchas tardes, por lo tanto deduzco que tienen el concierto trabajado, que han sudado la gota gorda para ofrecernos hora y media de buena música.

La gente que no conozca al grupo dira ¿y que estilo hacen?
Estilo estilo... definido no está. Ellos prefieren denominarlo Hardcore-punk-metal-ska-rock y no se cuantas cosas más. Además acaban de grabar uno de sus nuevos temas "Nave Nodriza" con una discográfica, para un disco en el que recopilan temas de varios grupos Zamoranos.

Tras el concierto en la marina, han tocado en muchos más sitios, como en el festival "Lampreana Rock", La Tuda, Toro...y la verdad, merece la pena ir a verlos. Un grupo joven, que da guerra allá donde vaya y que promete diversión y buena música.

Y del año pasado es el video de hoy:



Fdo. Paulus Magister

viernes, 19 de febrero de 2010

Skatalites


-¿Qué es eso que se oye? ¿De dónde viene ese rítmo tan alegre?
-Amigo... ¡Ese ritmo tan alegre es el del Ska y proviene de Jamaica!

Los Skatalites, los creadores de este género que pocos conocen y que a muchos gusta, a mi por lo menos cada día más, y cuanto más lo escucho más lo bailo y más lo disfruto. El ska es una música que hace que no puedas quedarte quieto, que te inyecta el ritmo en vena, que te levanta de la silla, pero que en determinados momentos puede ser tranquila y relajada, idóneos esos momentos para charlar con tus amigos en un bar, olvidarte de cualquier preocupación, dejarte llevar por el acariciante sonido de un saxofón, moverte al ritmo del trombón o tamborilear los dedos sobre la mesa al compás de los ritmos caribeños.

Llevan desde los años 60 los Skatalites repartiendo el ska y el dub por todo el mundo, aunque tuvieron un parón desde el 65 hasta los 80. Muchas son las canciones que este grupo de vejetes jamaicanos con alma de niño ha compuesto, por ejemplo una que me gusta mucho es "Freedom Sound", otra con un titulo graciosillo y muy de su estilo aunque un tanto cansina "Pata Pata (Skata Skata)", o "Ska ska ska" una de las pocas canciones con letra.


Tan buenos son que han influenciado a músicos de tan alto nivel como Bob Marley, o Peter Tosh (ambos jamaicanos), quienes no desaprovecharon la oportunidad y dieron más de un concierto con la banda.

Realmente hasta hace bastante poco no conocía mucho del mundo reggae y ska, pero siguiendo mi filosofía músical de escuchar todo lo que pueda para saber lo que realmente me gusta, me interné en las canciones ahumadas por la planta divina de Jah, y merece la pena pararse a escuchar un poco de reggae todas las mañanas para comenzar el día con una música alegre, viva, y relajada, que te hace pensar "Vive, deja las preocupaciones a un lado, se feliz, pero sobre todo vive.

Y la verdad, si todos viviesemos haciendo lo que nos gusta, a nuestro rollo, sin hacer mal a nadie... todo ira muchísimo mejor de lo que va, y no nos veríamos como estamos ahora, ahogados por deudas, y preocupaciones.

Canción recomendada: Freedom Sound

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Video de un concierto del 92, un gran año:





Fdo. Paulus Magister

jueves, 4 de febrero de 2010

Mike Oldfield

Hoy toca hablar de uno de los mejores músicos del planeta, multi-instrumentista, compositor de, entre otras maravillosas canciones, la banda sonora de "La niña del Exorcista". Guitarrista de nacimiento, ya componía a la edad de diez años piezas para acústica. La guitarra era para él no solo un instrumento, era una vía de escape de la delicada situación familiar que pasaba entonces. Y hablando de su familia, no me extraña que Mr. Oldfield haya salido tan bueno. Su hermano Terry es un compositor de prestigio de música para documentales y su hermana Sally tiene una voz maravillosa y tuvo su época dorada en la decada de los ochenta como vocal.

Ha compuesto obras increibles, personalmente una de mis favoritas es "Family Man" donde canta con su hermana Sally; de uno de sus mejores discos (o por lo menos el más variado) "Five Miles Out". Porque donde peca un poco Miguel Campoviejo es en la monotonía de sus composiciones. Si has escuchado un poco al virtuoso inglés reconocerías una de sus canciones en menos de lo que dura un compás.

Si escucho a Mike es obviamente porque me gusta, pero a parte, siempre es un soplo innovador, algo que cambia del resto de canciones, siempre descubres algún instrumento que antes no estaba ahi. Pero una que casi se me hace ya insoportable es "Tubular Bells", la BSO de la peliculita y tono de algún que otro movil conocido. Es que es todo el rato igual Mike, no te ofendas...

"The Bell" es una de sus composiciones que más me hace trabajar mentalmente hablando. Me encanta escucharla y separar cada instrumento. Una pieza que empieza con un solo instrumento, y poco a poco va añadiendo más y más y más manteniendo los que ya estaban ahi y de pronto corta y cambia todo a otro ritmo. Sencillamente genial.

P.S.: Por cierto, hemos descubierto una página, llamada Grooveshark, que es del estilo del Spotify, pero no necesitas invitación y me parece una gran forma de escuchar practicamente toda la música del mundo en streaming y gratis. A si que si os apetece, daros una vueltilla y nos decís que os parece.
Y siento haber tardado casi un mes en actualizar, ya se sabe... el síndrome del folio en blanco.

Canción recomendada: The Bell

Escuchar en Spotify

Video:



Fdo. Paulus Magister.

viernes, 8 de enero de 2010

ESCENA 2: Papa, yo lo cumpliré.



Andrés miraba como yacía su viejo padre en la cama. Quien le iba a decir que iba a recordar a su padre por las aquellas palabras...


-Hijo mío, para ir al cielo tengo que cumplir mi sueño...-
-Padre; dígame cual es y yo lo realizaré.-

El señor Antonio descubrió su mayor obsesión cuando tenía sesenta y pocos años.
No sabía si era por los cuerpecillos corriendo, por la pureza de la carne tierna, o por haber estado treinta años al lado de la misma mujer -La que poco a poco había pasado de ser una mujer bella y dócil, a una abuela mandona y repelente-. El caso es que el señor Antonio sentía atracción por los niños, y en especial por los que usaban gafas.



El señor Antonio no visitó una sola obra en su vida de jubilado. Nunca se apoyó en una de esas barandillas amarillas esperando a qué algún obrero la cagara y reventara una tubería con su martillo. El señor Antonio iba al parque y observaba hambriento.

Miraba a todos los niños, pero Manuel era su favorito. Manuel era mofletudo, con unas gafas de pasta azul y bastante torpe; vivían en el mismo bloque de edificio y el señor Antonio visitaba su casa con frecuencia, con la excusa de conocer el estado financiero de la comunidad de vecinos.

El señor Antonio lo invitaba a su casa para recoger caramelos, bombones y pipas de calabaza, pero nunca tuvo el suficiente valor de tocarle un solo pelo.
Y cuanto más crecía el deseo por tocarle, mas aumentaba  la estatura del joven y su miedo por hacerlo.


El cuerpo del señor Antonio resistió hasta el final de la historia, pero no aguantó para escuchar la respuesta de su hijo.
Andrés estaba exhausto, sabía lo que tenía que hacer, no había ninguna duda.

-Papa, yo lo cumpliré.-


Canción recomendada: Rock ´n roll (Celia Cruz).

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El vulgar secuaz.